La doctora Marta Recio nos habla sobre el dolor pélvico crónico

DOLOR PELVICO CRÓNICO: CUANDO EL DOLOR GRITA EN SILENCIO

 

¿QUÉ ES EL DOLOR PÉLVICO CRÓNICO?

El dolor pélvico crónico (DPC) se define como un síndrome doloroso de más de 6 meses de duración que afecta a la zona de la pelvis, ya sea de forma continua o intermitente.

Constituye un problema de salud muy importante, ya que influye al individuo negativamente tanto en la esfera física, como social, psicológica y laboral. Puede afectar tanto a hombres como a mujeres, aunque a prevalencia es mayor en el segundo grupo.

Aunque parezca un problema “raro”, los estudios muestran que corresponde al 10% de las consultas ginecológicas. A pesar de ello, por su origen multifactorial y de difícil diagnóstico, muchas veces es infravalorado por el profesional sanitario, y el paciente puede pasar años visitando múltiples especialistas sin conseguir muchas veces llegar a un diagnóstico. Por otro lado, en otros casos, los pacientes son sometidos a tratamientos médicos o quirúrgicos innecesarios e ineficaces.

De ahí, la importancia de acudir a profesionales cualificados y especializados en este tipo de dolor que, dentro de un equipo multidisciplinar, brinden más y mejores herramientas a las mujeres y hombres con dolor pélvico crónico.

 

TIPOS DE DOLOR

Todos sabemos que los tipos de dolor son diferentes. Para comprender un poco mejor los distintos tipos de dolor según desde dónde se produzca, voy a describirlos a continuación. Os ayudará a comprender muchas cosas.

1) Dolor Neuropático: Está producido por estímulo directo en los nervios periféricos, medula espinal o el cerebro. Se describe como punzante, quemante, acompañado de sensaciones raras, hormigueo, mayor sensibilidad (incluso dolorosa con mínimos estímulos). Son ejemplos de dolor neuropático la vulvodinia  o el atrapamiento del nervio pudendo.

 

2) Dolor Nocioceptivo: Este tipo de dolor es el más frecuente y se divide en:

–  Somático: Se produce por la excitación anormal de los receptores de la piel, los músculos, ligamentos y vasos sanguíneos principalmente. Es un dolor localizado a punta de dedo (“me duele aquí”), punzante y que se irradia siguiendo los trayectos de los nervios que lo inervan. Un ejemplo, es el dolor producido por la episiotomía.

–  Visceral: Se produce por la excitación anormal de los receptores de las vísceras. Este dolor se localiza mal (“me duele por aquí”) es continuo y profundo. Así mismo, puede irradiarse a zonas alejadas al lugar donde se originó. Frecuentemente se acompaña de síntomas como nauseas o mareos. Son ejemplos de dolor visceral el dolor con la ovulación o la dismenorrea.

 

3) Psicógeno: Interviene el ambiente psico-social que rodea al individuo. Por ejemplo, el estrés o la depresión pueden influir negativamente en la percepción del dolor.

 

¿CUALES SON LA CAUSAS DEL DOLOR PÉLVICO CRÓNICO?

Como hemos comentado, la etiología del DPC puede ser muy variada y rara vez corresponde a un único factor. De manera errónea, la mayoría de pacientes piensan que todo dolor pélvico tiene una causa ginecológica; sin embargo, los diagnósticos relacionados con los sistemas urinario y gastrointestinal suelen ser incluso más comunes que los diagnósticos ginecológicos.

 

Causas de dolor pélvico crónico

Ginecológicas

  • Extrauterinas: endometriosis, adherencias, Enfermedad pélvica inflamatoria crónica (EPI) quistes de ovario, salpingitis, dismenorrea u ovulación dolorosa, síndrome de congestión pélvica (varices uterinas), vulvodinia, vestibulitis, dolor de cicatriz de episiotomía /desgarro.
  • Intrauterinas: adenomiosis, endometritis crónica, miomas.

 

Urológicas

Cistitis o uretritis crónica, cistitis intersticial, cistitis por radiación, litiasis, divertículo uretral.

En hombres: dolor post cirugía urológica, prostatitis crónica bacteriana/abacteriana

 

Gastrointestinales

Enfermedad intestinal inflamatoria (Enfermedad de Crohn, Colitis Ulcerosa), Estreñimiento crónico, enfermedad diverticular, síndrome de intestino irritable.

 

Músculoesqueléticas

Síndrome miofascial de pared abdominal (puntos gatillo), dolor coccígeo crónico, hernia discal, hernia: ventral, femoral o inguinal, neuralgia de nervio: iliohipogástrico, ilioinguinal, genitofemoral o pudendo, contractura de los músculos del suelo pélvico, síndrome del piramidal.

 

Otras

Atrapamiento nervioso en cicatriz quirúrgica del nervio cutáneo abdominal.

 

 

 

ABORDAJE DIAGNOSTICO Y TERAPEUTICO

 

El diagnóstico del DPC comienza con una historia clínica adecuada y una exploración correcta.

Una escucha activa de lo que cuentan los pacientes sumado a una exploración especial dirigida son esenciales para establecer del diagnóstico de sospecha. Desde ahí, se solicitarán las pruebas necesarias para diagnosticar la causa y/o poner el tratamiento adecuado.

El manejo multidisciplinar será esencial en la mayoría de los casos. Los equipos de profesionales implicados en esta patología se componen principalmente de ginecólogos, urólogos, médicos digestivos, fisioterapeutas especializados en suelo pélvico, psicólogos y la unidad del dolor.

 

CALIDAD DE VIDA Y DPC

Desgraciadamente se sabe que, en algunos casos, el DPC no es curable, ya sea por la etiología que lo produce o por el tiempo de evolución que ha tenido. Es por eso que muchas pacientes aún piensan que no merece la pena pedir ayuda.

Desde aquí, quiero lanzaros mi mensaje (tanto a hombres como a mujeres) de que incluso con dolores crónicos no curables, los especialistas en DPC podemos ayudaros a conseguir una calidad de vida óptima.

Si tú no te rindes, nosotros lucharemos contigo.

 

 

 

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