La primera resonancia magnética de las islas pitusas llegó en enero de 1.996 de la mano de la Policlínica Nuestra Señora del Rosario. Los directores de la Policlínica ofrecieron esta prueba diagnóstica a los responsables del hospital público para que los ibicencos no tuviesen que trasladarse a Palma.
Los esfuerzos de la familia Vilás siempre han estado vinculados al deseo de cubrir necesidades de la población de las islas. Y sobre todo, a intentar evitar que sus enfermos se tuviesen que trasladar a Palma para ser tratados.
Así daba el Diario de Ibiza esta gran noticia para los ibicencos.